Más allá de la visión y la misión, queremos compartirles nuestro manifiesto. Cada siete años las células del cuerpo se renuevan por completo, y nosotros no ajenos a los poderes de la naturaleza, hacemos lo mismo. Acá va nuestro motor, nuestra fuerza. En lo que creemos. Nuestro manifiesto.
Creemos que el amor es una habilidad que se aprende. Lo hemos sufrido, alimentado, abandonado, armado, desarmado y amamos hacerlo fuerza y potencia.
Vendemos espacios, talleres, herramientas, libros, maneras de expresar el afecto y juguetes favoritos. Somos expertos en poner el corazón por delante. Nuestra competencia es un recuerdo: quienes están lejos, quienes se esconden, lo que amas, de dónde viene tu fuerza.
Sabemos que uno enseña y el otro aprende por eso mostramos maneras de pensar distinto. Concebimos las emociones como algo útil que desenmascara lo que es hora de cambiar. Hacemos visible lo invisible, te ayudamos a convertir el miedo en fuerza, a entender que la rabia es impotencia. Hablamos de dominarse a uno mismo.
Conocemos la capacidad de la carencia. La naturaleza es nuestra guía y maestra. Aceptamos el amor que es calma y tormenta, tenemos la fuerza para creer en lo desconocido y por eso, en nosotros mismos. Creemos en lo que se cultiva y en lo que se cosecha y sabemos que uno es lo que siembra y el espíritu tierra.
El Abrazador nace de la fuerza de la crisis porque del caos también la vida. Creamos un personaje que solo tiene un corazón, y con él habla, escucha, observa. Queremos construir colectivo, inspirar, ser amor, ser fuerza, no tenerla. Conocemos la potencia de un abrazo y la magia de creer en lo maravilloso, creyendo en uno mismo
Ponemos nuestra creatividad al servicio de la humanidad y creamos dignidad, esa que da el trabajo, la que viene de hacer las cosas con las manos. Hablamos de oportunidades, de pago justo, del amor que se cultiva, de aprender del dolor y la alegría. Queremos hablar seriamente con el niño de un adulto. Conocemos el poder de los desconocidos. Bienvenidos a creer que el amor es posible. Te damos la bienvenida a la isla de los Abrazadores.