Abrazarse a si mismo

Abrazar a un Abrazador es una excusa para abrazarse a uno mismo y así es como termina nuestro primer libro. un Abrazador que no sabe de donde nace, que ama, cual es su nombre ni cual es su lugar, encuentra lo que ama, caminando.

“Así, raro y todo, comienza a caminar por la isla!” y ¿Qué más puedes hacer cuando no sabes por dónde empezar o seguir? Caminando encuentra otros personajes, lo que le gusta y lo que no, lo que quiere saber de sí mismo y decide abrir el corazón para conocer nuevos lugares y personajes, al igual que decide no quedarse en ellos y encontrar su propio camino. 

Caminando descubre lo que ama, el viento le susurra los sonidos de su nombre y aprende a que si se enrolla sus brazos sobre sí mismo descubre todo el poder de su amor en un abrazo. 

Al abrazarse a sí mismo encuentra todo el amor que es, ni siquiera que tiene porque lo que tiene a veces, se acaba. La esencia permanece. 

Así es como aquel Abrazador que encuentra todo el amor que es en sí mismo, es nuestra excusa para abrazarse a sí mismo, para sacarse a pasear, para recordar que realmente no estamos tan solos, que la felicidad esta contigo, que te puedes invitar a bailar, a comer helado, a pasear… que puedes tratarte tan bien como si fueras lo más preciado del mundo porque sin ti, tu mundo no existe. Para recordar que a veces a quien más extrañas, es a ti mismo. 

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