Animales, insectos, plantas… pocas veces las especies andan solas. Aprender de la naturaleza es nuestro objetivo: Manadas, bandadas de pájaros, hormigueros, bosques… Casi todas las especies en la naturaleza trabajan en equipo para alimentarse, protegerse o dormir.
Miles de millones de equipos viviendo en conjunto. ¿Qué podemos aprender de ellos? En Hugger Island hicimos una selección de actos cotidianos y sencillos que pueden ser aplicados en equipos de trabajo o en equipo más íntimo de trabajo: la familia.
Trabajar en equipo
- El tamaño de la manada está determinada por la cantidad de alimento disponible, la temperatura o la cantidad de depredadores. Es decir, para crecer evalúan las condiciones del entorno y sus capacidades.
- Existen ciertas jerarquías como las hormigas reina y obreras que establecen orden de actividades. Están mediadas por el sentido de fuerza, tamaño que condiciona la capacidad pulmonar o vital y no por ejercicios libres de poder. El orden en estas jerarquías promueve la eficiencia del grupo. Así que la distribución de tareas eficientemente, siendo responsable del efecto y la consecuencia y las necesidades de cada uno ayuda a ser más poderosos juntos.
- El centro de investigación de primates encontró que una de las características de eficiencia del trabajo en equipo de los chimpancés era que esperaban a que todos los del equipo estuvieran listos para comenzar una labor en conjunto. Evaluar los tiempos de estar listos ayuda a que la fuerza se ejecute al mismo tiempo y sea mayor que la individual y eso implica observar y escuchar las capacidades del otro antes de actuar.
- Cuando un gorrión encuentra alimento abundante, emite un sonido para que otros vengan y se alimenten, si no lo es, no emite ninguno y se queda en silencio. Llamadas de alerta, para anunciar el encuentro del alimento o para pedir ayuda son comunes en todas las especies, incluso señales de olor, emisión de líquidos o luces. Es la certeza de tener seres cerca para convocar a la alegría, al alimento o a la protección.
- Las especies tienen acuerdos de interacción entre los individuos para que el grupo sea capaz y para cada uno, sin importar si son subordinados o el nivel jerárquico, puedan obtener beneficios por estar en grupo más que por vivir de manera individual. Los acuerdos de cómo queremos vivir, trabajar o estar juntos, ayudan a entenderse mejor.
- Los insectos tienen cuidado de los insectos más jóvenes para conservar los que vienen y aprender. Es decir, los otros individuos ayudan más a las crías que a las mismas madres. Etólogos demuestran que el ayudar cuando se es joven, permite aprender a hacer ciertas actividades más eficientes y los preparan para la edad adulta.
Ejemplos sencillos y cotidianos que sirven para aprender de la naturaleza para crecer por dentro.
Te recomendamos escuchar la serie: La naturaleza como maestra, para seguir aprendiendo.
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