Así es, queremos escribir sobre el miedo, lo que nadie nos contó. Aquella emoción tan mal catalogada, que produce rabia, escalofríos, temblor y lágrimas. Esa emoción que paraliza, que pone a volar la imaginación, de la que muchos desconfían e incluso temen, también genera fuerza, permite planificar, ahorrar, protegernos o conocernos por dentro.
La vasopresina es una hormona que actúa sobre los riñones, el corazón y la sangre y está clasificada como un indicador de que tenemos un alto nivel de ansiedad y miedo. Es algo curioso, en la medicina china el miedo se ubica en los riñones. Muchas personas, cuando tenemos miedo, orinamos de más. Un mecanismo de protección, ya que si somos más livianos, corremos más rápido ante un posible peligro.
El miedo, lo que nadie nos contó
La vasopresina también envía oxígeno a los músculos más grandes para defenderse con más fuerza ante un peligro. En Hugger Island creemos que podemos aplicar este principio en la mente. Ante el miedo hay que gritar más fuerte. Nos entrenamos para que en situaciones de miedo, el cuerpo y la mente se enfoquen en la fuerza necesaria para concentrar la atención, para tener más fuerza, más capacidad mental o más claridad para atravesarlo con firmeza.
El miedo también permite planificar, mirar al futuro con calma y generar acciones para aquello que consideramos peligroso. Ahorrar, entrenarse, estudiar, tomar acciones que permitan minimizar el efecto de aquello que acecha o salir victorioso y aprovechar la circunstancia.
Anticipar también es algo que en cierta medida ayuda a entrenar la mente para aquella amenaza. Entrenarse ante una tragedia, tener herramientas adecuadas, saber qué hacer en determinadas circunstancias.
Conocemos el poder de las emociones desde lo útil y lo perjudicial y el miedo no se escapa de ello. En nuestros talleres podrás encontrar estrategias sencillas y útiles para transformar las emociones en algo que ayude a la vida cotidiana, a lo que no le tengamos miedo y que nos permita ver más allá de la reacción que genera.
